La revolución digital ofrece a los consumidores y a las empresas enormes posibilidades, incluso a las firmas pequeñas y regiones aisladas, pero siempre y cuando los Gobiernos establezcan las bases necesarias para ello, en opinión de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El intercambio mundial podría crecer rápidamente si las autoridades crean las condiciones adecuadas, señala el organismo en su informe sobre el comercio mundial en 2018, presentado en Ginebra.
Hacen posible estos cambios tecnologías clave como la inteligencia artificial, por la que las máquinas aprenden por sí mismas tras una alimentación inicial con datos, o la conexión en red de todo tipo de aparatos en la «Internet de las cosas». Pero también la impresión 3D y la tecnología de cadena de bloques («blockchain«) para la transmisión segura de datos crean en opinión de la OMC un gran potencial.
La facturación en el comercio online aumentó de 2013 a 2015 en un 56 por ciento hasta unos 25 billones de dólares, de acuerdo con cifras de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad). En 2016 volvió a trepar hasta los 27,7 billones de dólares, según cifras de la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos (USITC).
Para los consumidores pronto dará lo mismo que un producto se fabrique cerca o a miles de kilómetros. Podrán buscar en todo el mundo lo que necesiten, comparar la calidad y fama de la marca y pedir muchas veces productos diseñados de forma personalizada. La tecnología ayuda a superar también las barreras idiomáticas.
Las nuevas tecnologías redujeron los costes del comercio internacional en un 15 por ciento de 1996 a 2014. Gracias a la reducción de otros costes, el comercio mundial podría crecer hasta 2030 en dos puntos porcentuales por año, estima el informe.
Sin embargo, para que se desarrollen estas posibilidades es necesario que los Gobiernos se ocupen de garantizar de forma amplia el acceso confiable a Internet, sobre todo en los lugares lejanos a las urbes y en los países en desarrollo, para permitir un mayor acceso de las personas al comercio mundial.