Cada vez más empleados eligen usar sus propios teléfonos celulares o computadoras portátiles antes que los provistos por sus compañías, lo que puede ayudar a aumentar la productividad.
Lo reveló un trabajo de la consultora Yougov encargado por la empresa Citrix, en el que se entrevistó a ejecutivos de pequeñas y medianas empresas en el Reino Unido, Francia y Alemania.
Los empleados que más se inclinan por utilizar sus dispositivos pertenecen a las áreas de ventas, sistemas y gerencia; los que menos son los de recursos humanos y finanzas.
Más de la mitad de los participantes dijo que había aumentado la productividad en alguna medida y 8% aseguró que había crecido 30%.
Alrededor de 67% de los que pertenecen a ese último grupo aseguró que les resulta más cómodo combinar en un mismo aparato sus actividades profesionales y privadas, aunque entre otras respuestas también se destaca el hecho de que la interfaz y apariencia de sus teléfonos y computadoras les resultan más agradables y sienten que les da más flexibilidad.
Andrew Millard, de Citrix, señaló que los empleados piden que se les permita usar sus dispositivos. «En los últimos años las pequeñas empresas, especialmente, sienten presión comercial, de regulación y ambiental para permitir que sus trabajadores tengan una mayor movilidad», agregó.
Problema de homologación: El hecho de que los teléfonos, computadoras y tabletas no estén homologados por los departamentos de seguridad informática de las empresas lo que más resistencia genera a la hora de ceder a los pedidos de los empleados que quieren usarlos.
Uno de los riesgos principales es la fuga de información, de acuerdo con Daniel Monastersky, del sitio especializado en seguridad de la información Identidad Robada.
«Se sabe que 85% de los robos de información que hay en las empresas son cometidos por los empleados. Son personas que lucran con los datos a los que tienen acceso en el trabajo, y permitirles utilizar sus dispositivos aumentaría las posibilidades de eludir el control interno y las medidas de seguridad que tenga la compañía», aseguró.
Sin embargo, Monastersky no cree que deba prohibirse el uso de teléfonos y computadoras propias, con salvedades: «Creo que debe haber concientización, educación y políticas claras respecto al uso de los dispositivos personales y demás herramientas informáticas en la empresa».
Fuente: Entorno Inteligente