La seguridad informática representa uno de los más grandes retos de cara al futuro de las innovaciones tecnológicas. Muchos de los usuarios comunes pueden sentir que en la actualidad, no se han dado grandes renovaciones en esta materia. De hecho, en lo que se refiere a hardware, una buena parte de estos usuarios puede pensar que las computadoras y los teléfonos celulares o las tablets, son iguales, ya que en general, la mayoría de los dispositivos cuentan con componentes similares, variando solo la marca.
Pero esta homogenización, si se quiere, de los equipos, es precisamente lo que ha permitido el acceso a la tecnología de las masas. ¿Por Qué? Sencillamente porque ha permitido una reducción en los costos de fabricación, posibilitando que la mayoría pueda usar una computadora, o alguno de estos equipos tecnológicos.
Ahora, aunque se haya masificado la tecnología, las tareas en materia de seguridad siguen siendo muchas. Para los ingenieros que se encaran de prever los posibles ataques que pudieran sufrir servidores, aplicaciones, o demás elementos que forman parte de la red que permite el buen funcionamiento de los sistemas informáticos que manejamos hoy la tarea resulta sumamente difícil.
La dificultad de la tarea radica en que la perdida de datos puede darse por diferentes vías, bien sea por hackers o por empleados, que por algún motivo, bien sea descontento, o motivación económica, accedan a robar y vender información personal de los usuarios.
Pero ¿Realmente se puede estar 100% seguros en el mundo informático?
Esta es una gran incógnita, ya que lo ideal es tratar de aprender sin ser víctima de algún fallo. Sin embargo, la teoría puede distar mucho de la realidad en algunos momentos, y por lo general, todas las industrias han aprendido y mejorado tras fallos que han sacado a relucir sus carencias. Ejemplo de esto puede ser la industria aeronáutica, que tras un accidente, se esfuerza al máximo para descubrir las causas para que este no ocurra de nuevo.