El acceso a Internet puede considerarse como uno de los avances más grandes de la historia. Este ha permitido facilitar la vida de la sociedad en muchos sentidos, desde la gestión de la información, la automatización de diferentes procesos, hasta el acceso a diferentes servicios, o aplicaciones en la medicina.
A pesar de que la mayoría de los aspectos que rodean a la web son positivos, la verdad es que estar tan conectados en la actualidad, nos hace excesivamente dependientes del Internet, incluso más de lo que muchos pueden imaginarse, con todo lo que ello implica en materia de seguridad. De hecho, si se toman un momento para pensar en sus actividades cotidianas, seguramente se darán cuenta que una buena parte de ellas está ligada al uso del Internet.
Esta dependencia nos hace ser vulnerables, ya que toda nuestra información se encuentra en línea, claro, no todos tenemos el mismo riesgo de exposición, pues, para un usuario promedio, en teoría, seguir las recomendaciones básicas en materia de seguridad debería ser suficiente para no ser víctima de algún ataque online.
Ahora, si se tiene un grado de exposición mayor, como puede ser, por ejemplo, una empresa dedicada al mundo de las inversiones, o a las criptomonedas, las probabilidades de sufrir algún ataque informático aumentan, lo que lleva a extremar las medidas para proteger nuestra información.
Teniendo en cuenta todo esto, no es de extrañar que los profesionales relacionados con la seguridad informática tengan una mayor demanda en el futuro. Son precisamente ellos quienes tendrán, y tienen, la tarea de hacer que todas las ventajas de vivir conectados no se vean afectadas por los ciberdelincuentes.
La tecnología cambia cada día, y ello demanda un comportamiento acorde con esta realidad. Siendo así, la educación debe ser un pilar fundamental en lo que concierne a hacer del uso de la web algo más seguro.