Según el Grupo de Trabajo Anti-Phishing (APWG, por sus siglas en inglés), para el cuarto trimestre del año 2015 Guatemala ocupaba el quinto lugar del ranking de los países más afectados por programas maliciosos (malware), con una tasa de infección de 39,58%.
A pesar de ello, en este país centroamericano no existe una normativa específica que regule lo relacionado con los delitos cibernéticos de acuerdo con estándares mundiales y la protección de los datos personales.
“Sin la tipificación apropiada de los delitos cibernéticos, el sistema de justicia guatemalteco no puede sancionar de manera adecuada este tipo de delincuencia y se le dificulta la coordinación a nivel internacional sobre este tema, haciendo del país un paraíso para los delincuentes cibernéticos”, señala la Estrategia Nacional de Seguridad Cibernética, lanzada recientemente por el gobierno de Guatemala.
De esta manera, Guatemala se convierte en el décimo país de las Américas en diseñar una política pública para combatir a los malhechores informáticos y garantizar la seguridad en línea de sus ciudadanos.
Planes similares han sido aprobados en Colombia (2011 y 2016), Panamá (2013), Trinidad y Tobago (2013), Jamaica (2015), Costa Rica (2017), Paraguay (2017), Chile (2017), México (2017) y República Dominicana (2018).
El documento fue elaborado por el Ministerio de Gobernación de Guatemala, usando y adaptando la metodología de instancias como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea.
Según sus promotores, la Estrategia Nacional de Seguridad Cibernética es un paso necesario para cumplir con lo establecido por la OEA en su Resolución sobre Adopción de una estrategia interamericana integral de seguridad cibernética: Un enfoque multidimensional y multidisciplinario para la creación de una cultura de seguridad cibernética.
Allí se insta a los Estados miembro a fortalecer una red regional de cooperación, coordinación y comunicación, mediante la implementación de Equipos de Respuesta a Incidentes de Seguridad Informática (CSIRT, por sus iniciales en inglés) en cada país.
“Los ataques a los sistemas de información ponen en peligro la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos, incidiendo de tal forma, en la vulnerabilidad de las personas, la competitividad de sus economías y su estabilidad”, se menciona en el texto.
A pesar de que solo el 23,4% de los habitantes de Guatemala era usuario de Internet en el 2014 (una de las tasas de penetración más bajas de la región), el uso de las tecnologías a nivel empresarial es superior al de la mayoría de los vecinos de Centroamérica.
“En el indicador sobre el uso de TICs por las empresas, del índice de preparación tecnológica del Reporte Global de las Tecnologías de la Información del 2016, Guatemala se encuentra en el puesto 45 de 139 países que buscan integrar las empresas con las TICs en un entorno propicio a la innovación tecnológica y al incremento de la productividad”, indica el reporte.