Entradas infalsificables, consultas a los hinchas y quizás, en el futuro, el pago a jugadores. La tecnología «blockchain», en la que se basan el bitcoin y otras criptomonedas, da sus primeros pasos en el fútbol.
Considerado por algunos como una revolución tan importante como Internet, la «blockchain», o cadena de bloques, que se apoya sobre una criptomoneda o un «token», permite crear grandes registros virtuales donde los miembros de una comunidad pueden registrar de manera infalsificable sus transacciones.
Y el fútbol empieza, al igual que muchos sectores, a beneficiarse de los avances de esta tecnología.
«La ‘blockchain’ tiene el poder para ser la infraestructura sobre la que funcione el deporte. Así como los teléfonos móviles y las aplicaciones son hoy una expresión más amplia de Internet», indicó Michael Broughton, de la compañía de inversión especializada en el deporte Sports Investment Partners.
Después de que lo hiciera el Paris Saint-Germain hace dos semanas, la Juventus de Turín, que reclutó este verano a la estrella planetaria Cristiano Ronaldo, anunció el lunes que se alió con «Socios.com», una plataforma con sede en Malta que usa la tecnología de cadena de bloques.
Los seguidores del equipo podrán comprar allí «tokens» que le otorgarán derecho a voto en sondeos en línea del club o acceso a contenidos exclusivos o premios.
El londinense Arsenal anunció en enero su primer acuerdo con una sociedad del mundo de la «blockchain», CashBet, que desarrolló una criptomoneda que permite apostar en partidos.
Otra aplicación concreta: la venta de entradas. La UEFA utilizó una aplicación con esta tecnología, que evita la falsificación, para vender el 100% de sus entradas al público de la pasada Supercopa de Europa en Tallín.
Esta tecnología «podría también ser muy interesante para numerosos equipos a fin de acceder a plataformas (…) que les permitan vender a nivel mundial» sus productos derivados, señaló Olivier Jarosz, de la Asociación de Clubes Europeos, el lunes durante la World Football Summit en Madrid.