Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU) anunciaron un proyecto para la emisión de una criptomoneda común, denominada «aber», que será usada de forma limitada entre ambos países en un periodo de pruebas.
La moneda virtual será introducida «en un número limitado de bancos de ambos países» para comprobar su funcionamiento, según informaron la Autoridad Monetaria Saudí (SAMA) y el Banco Central emiratí en un comunicado conjunto.
Las dos entidades gubernamentales no precisaron la fecha de lanzamiento de la criptomoneda, ni el volumen de la emisión inicial ni la duración prevista del plazo de pruebas.
La declaración aseguró que, si no se presentan «obstáculos técnicos» durante el período de pruebas, se estudiarán «las cuestiones económicas y legales para su uso» para realizar pagos locales.
El proyecto también prevé usar el aber como unidad de «reserva alternativa» que sería utilizado para efectuar pagos locales por parte de los bancos centrales, en caso de que se produzca la «interrupción por cualquier motivo» del sistema tradicional.
Arabia Saudita y EAU aseguraron que los objetivos del proyecto son «comprender y estudiar de cerca» las nuevas tecnologías y su viabilidad y «determinar su impacto en el mejoría y en la reducción de los costos de las remesas», así como en la evaluación de sus riesgos.
Piden señal de vida
El comunicado indicó que otros países han impulsado proyectos piloto para explorar el uso de criptomonedas, sin citar a ninguno en concreto.
La familia de Anne-Elisabeth Hagen, esposa de un conocido millonario noruego secuestrada hace dos meses, pidió hoy públicamente a los raptores que envíen una señal de que está viva tras anunciar que han vuelto a ser contactados por ellos.
El abogado de la familia Hagen, Svein Holden, informó hoy en rueda de prensa de que habían recibido un nuevo mensaje el día 16 a través de una plataforma digital sin especificar con limitaciones para la comunicación y que, tras consultas con la policía, habían decidido hacer un llamado público a los secuestradores.
«El mensaje que recibimos no era una prueba de que está viva y tampoco de que tienen a Anne-Elisabeth en su poder. Pero lo vemos de forma positiva y como una señal de que sigue viviendo», afirmó Holden.
La familia está dispuesta a negociar con los secuestradores, pero para que eso sea posible es necesario usar otra plataforma de comunicación, resaltó el abogado.
La policía noruega reveló hace dos semanas que Hagen había sido vista por última vez el pasado 31 de octubre en su casa en Lørenskog, al noreste de Oslo, y que trabajaba con la hipótesis principal de que fue secuestrada en su vivienda ese día.
Las autoridades habían mantenido hasta entonces en secreto la noticia, pero habían decidido cambiar de estrategia ante las dificultades para hacer avanzar la investigación.
Los secuestradores, que se cree son profesionales, han pedido 9 millones de euros de rescate en la criptomoneda Monero, según medios noruegos, y han amenazado con hacer daño a Hagen si no les pagan.
La policía ha asegurado que no tiene sospechosos y que no sabe si Hagen se encuentra en Noruega o en el extranjero y han implicado en la investigación a varios cuerpos policiales, además de Europol e Interpol.
Anne-Elisabeth Hagen, de 68 años, está casada con Tom Hagen, un inversor inmobiliario y que controla una de las principales eléctricas noruegas.
Según la revista económica «Kapital», Hagen ocupa el puesto número 172 entre las mayores fortunas de Noruega, con 1.700 millones de coronas (174 millones de euros).
La pareja, que tiene dos hijos, llevaba una vida de bajo perfil, de acuerdo con medios noruegos.