Para robar el dinero de la cuenta de un banco no usan armas de fuego, no se preocupan por el personal de seguridad puertas adentro ni por los policías puertas afuera. Los delincuentes informáticos crecen y perfeccionan su forma de actuar a la velocidad a la que se desarrollan las nuevas tecnologías.En el último año, los delitos informáticos cobraron una dimensión mucho mayor en la Argentina. Tanto es así que el 46% de las empresas manifestó haber sido víctima de un delito informático en 2011. Esta cifra se desprende de la Encuesta Global sobre Delitos Económicos, realizada por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC), de la que participaron 3877 organizaciones de 78 países, entre ellas, 77 de la Argentina.
La cifra, que ubica a nuestro país por encima del promedio regional (37%) y mundial (34%), supone un crecimiento del 8% desde la última medición, realizada en 2009.
Este resultado responde a dos fenómenos: uno, es el mayor volumen de dinero que se transfiere, y el otro, que los usuarios son más conscientes de este tipo de delitos.
«En estudios de fraude que hicimos en años anteriores, algunos encuestados ubicaban a los delitos económicos en la opción «otros delitos», porque no tenían noción de lo que significaba un fraude informático», explicó a LA NACION Carolina Lamas, gerente de Dispute Analysis & Investigations en PwC Argentina.