Internet ha cambiado tanto nuestras vidas, que, en términos de dinero, pudiéramos estar siendo testigos de cambios gigantescos como el concepto del dinero y de los intercambios de valor.
La evolución y los cambios están presentes en cada aspecto que nos rodea porque, aunque a veces tengamos la sensación de que las situaciones permanecen estáticas, lo cierto es que con seguridad todo cambia. Así parece suceder con el dinero como lo conocemos, el cual ha sufrido un proceso evolutivo desde la lejana Mesopotamia en el año 2.500 a.C., cuando surgió el concepto de dinero, con la utilización de piedras preciosas como medio de compra y venta de bienes y servicios.

El dinero físico podría desaparecer pero no en un corto plazo
El dinero como lo conocemos, bien sea en físico o en electrónico, está bajo el dominio de bancos centrales de los Estados y, por ende, sujeto a devaluaciones, fraudes, impuestos, intereses y todo tipo de acciones económico- legales, que afectan directamente nuestro patrimonio.
Muchos autores sostienen que con el advenimiento del dinero digital, y gracias a la vertiginosa expansión del internet, pudiéramos estar siendo testigos del principio de una revolución en materia financiera y del fin del dinero como lo conocemos hasta ahora.
La tecnología del Blockchain, base de las criptomonedas más conocidas como Bitcoin y Ethereum, si bien no han llegado aun a niveles de popularidad avasallantes, pudieran llegar a rivalizar con las monedas más cotizadas como el dólar y el euro.
En primera instancia, tendría que abolirse el dinero en efectivo para que el dinero digital sea el de uso principal. Una vez que esta abstracción se popularice, el paso a otro tipo de dinero sería progresivo. Aunque muchos países desarrollados como Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia cuentan con campañas gubernamentales para promocionar el pago exclusivo por vías digitales, es lógico suponer que tal medida sería de muy difícil implementación en países subdesarrollados.

Las criptomonedas siguen ganando terreno en el mundo financiero
Por ello, la abolición del dinero en efectivo y la estandarización del dinero digital suponen la popularización de las criptomonedas, ya que fueron pensadas para disponer de dinero digital privado, que dependiera de la oferta y la demanda y no de la emisión organizada desde un gobierno.