Manuel Vázquez, jefe de la brigada de investigación tecnológica de la policía judicial, echa en falta «cierta cultura de ciberseguridad», pues entiende que internet «ya no es un mundo tan nuevo» y los usuarios se deben comportar, por tanto, con «cierta precaución, como en la vida real».
En el marco de las Jornadas Policiales que se desarrollan en Vigo, Vázquez ha significado que los internautas deben ser «responsables de sus actuaciones en la red» y de los datos que en ella aportan, a la vista de que «las principales amenazas» están relacionadas con el fraude y el robo de información privada.
Más allá de tener los ordenadores protegidos con antivirus y el sistema operativo actualizado, ha apelado al «sentido común» y a ser conscientes de que «no todo vale en internet».
Vázquez ha hecho hincapié en que, quien más quien menos tiene información en la nube, así como en la accesibilidad a internet a través de multitud de dispositivos móviles, de ahí su insistencia en tomar «las precauciones básicas» como no facilitar datos personales ni bancarios.
El jefe de la brigada de investigación tecnológica de la policía judicial ha hecho hincapié en que la delincuencia organizada ha encontrado en internet un espacio donde puede obtener «importantes beneficios económicos con poco riesgo», gracias al anonimato que brinda.
La «principal dificultad» que representa la persecución de los ciberdelitos es «la propia arquitectura de la red, que es el paradigma de la globalización», en tanto que «la legislación, las jurisdicciones, suelen ser locales, de un país; como mucho, de una región», ha significado Vázquez.
Respecto a la pornografía infantil, ha señalado que «siempre ha existido», pero Internet ha venido a significar «un modo barato y cómodo de distribución masiva», a la vez que ha creado «una especie de comunidad pedófila, en la que muchas personas justifican a otras porque hacen lo mismo»
Asimismo, ha añadido Vázquez, representa «un caladero para pescar menores» por parte de los pedófilos, que no tienen «un perfil psicológico definido», como tampoco sociológico ni de edad.
De la perspectiva jurídica en la persecución de los ciberdelitos ha hablado la fiscal provincial de la criminalidad informática, Marta García de la Concha, para quien los principales hándicap son «la escasa consciencia» de los usuarios del peligro que corren y el «desfase» entre la realidad y las leyes, a veces «abismal».
García de la Concha ha desglosado la evolución de las tipologías delictivas, desde 1995, cuando se empezó a castigar el apresamiento de correos electrónicos, hasta la actualidad, en la que las estafas representan el mayor porcentaje de denuncias y expedientes incoados.
La fiscal ha advertido de ciertas limitaciones en la persecución de estos delitos como el alto coste de los sistemas de análisis forense de tablet y smartphones, la existencia de dispositivos de almacenamiento cada vez más sofisticados y la dilación de las órdenes de registro.
Fuente: ABC