En 2007 una ceremonia en la estatua Soviética de Guerra en Tallin, Estonia, para trasladarla desde el centro de la ciudad a un cementerio militar molestó a Rusia y a los estonios pro-rusos. Eso fue seguido de un agobiante asedio a las redes informáticas de Estonia durante más de un mes.
NIPA, via Associated Press
En este momento los Estados Unidos y Rusia están en punto muerto en una disputa fundamental sobre cómo contraatacar la creciente amenaza de ataques informáticos como parte de una posible ciberguerra que pudieran causar estragos en los sistemas computacionales y en Internet.
Ambas naciones están de acuerdo en que el ciberespacio es un campo de batalla emergente. Los dos lados esperan la visita del Presidente Barack Obama a Rusia y la próxima Asamblea general de las Nacionaes Unidas en noviembre para discutir el asunto, de acuerdo a un ex oficial del Departamento de Estado.
Pero hasta allí llega el entendimiento.
Rusia está a favor de un tratado internacional que siga las líneas de ya los negociados para el control de armas químicas, y ha presionado ese enfoque en una serie de reuniones este año y en las declaraciones públicas de un funcionario de alto rango.
Los Estados Unidos argumenta que ese tratado es innecesario. Por su parte aboga por una mejor cooperación entre las fuerzas encargadas del cumplimiento del derecho internacional. Si esos grupos cooperan para hacer el ciberespacio más seguro ante intrusiones criminales, entonces ese trabajo corresponderá para hacer al ciberespacio más seguro ante campañas militares, dicen los delegados americanos.
“Nosotros tenemos la convicción de que se trata de defensa, defensa, defensa”, dijo un oficial del Departamento de Estado, quien pidió no ser identificado ya que no tiene autorizado dar declaraciones. “Ellos buscan limitarse a la ofensiva. Nosotros necesitamos ser capaces de criminalizar esos horribles 50.000 ataques que sufren diariamente”.
Cualquier acuerdo sobre el ciberespacio presenta dificultades porque toca temas como la censura de Internet, la soberanía y actores independientes que no tienen por qué estar sujetos a cualquier tratado.
Los oficiales de Estados Unidos dicen que el desacuerdo sobre el enfoque ha obstaculizado la cooperación para el reforzamiento del derecho internacional, sobre todo teniendo en cuenta que una parte importante de los ataques en contra del gobierno Norteamericano provienen de China y Rusia.
De desde la perspectiva de Rusia, la ausencia de un tratado es permitir una especie de carrera armamentística con graves consecuencias.
Delegados de todo el mundo reconocen la necesidad de un acuerdo para enfrentar la creciente amenaza de una ciberguerra. Muchos países, incluyendo los Estados Unidos, están desarrollando armas, como las “bombas lógicas” que pueden estar escondidas en computadoras para anularlas en momentos específicos o dañar sus circuitos; “botnets” que pueden desarmar o espiar en sitios Web o redes; y dispositivos de radiación de Microondas que pueden quemar los circuitos de computadoras a millas de distancia.
El Pentágono está planeando crear un comando militar para preparar tanto la defensa como la ofensiva para la guerra informática. Y el mes pasado el Presidente Obama develó su estrategia de Ciberseguridad y dijo que integrará un “coordinador de Ciberseguridad” para liderar los esfuerzos para proteger las computadoras del gobierno, los sistemas de control de tráfico aéreo, así como otros sistemas esenciales. La administración también hace énfasis en el beneficio de construir una cooperación internacional.
Los enfoques rusos y los norteamericanos sobre un acuerdo y leyes para reforzar la defensa no son necesariamente incompatibles. Pero representan enfoques con diferentes acercamientos filosóficos.
Continúa…
John Markoff reportó desde New York, y Andrew E. Kramer desde Moscú.
Edward Wong and Xiyun Yang contribuyeron para este trabajo desde Beijing
Traducción por Enfoque Seguro 06/2009