Cuando la privacidad en línea beneficia a muchos y perjudica a otros, es menester aplicar mecanismos en pro de la seguridad personal y el respeto a la privacidad, sin que personas inescrupulosas tomen beneficio del anonimato.
La protección de datos en internet se enfrenta con los aspectos negativos que representa el anonimato. Por una parte, las personas tienen derecho a la privacidad y a que los datos personales en línea no sean vulnerados, para lo cual muchas empresas trabajan arduamente para proveer una internet segura. Sin embargo, bajo la sombra de un posible anonimato en línea se pudiera abrir la posibilidad de acciones delictivas, ya que si no se pudiera identificar y detectar a los usuarios de internet no sería posible la identificación de los responsables de acciones que atenten contra empresas, países o simples usuarios en línea.

No existe el anonimato absoluto en internet
Cada día hay mayores reportes sobre piratería, fraude, virus y robo de identidad, entre las incontables actividades delictivas que pudieran servirse de internet, como medio para cometer delitos. De modo que resulta un aspecto con muchas aristas, que debe buscar proteger a los usuarios honestos y no a los individuos que cometen actos delictivos.

Es imposible borrar todos nuestros datos en línea
A pesar de haber navegadores como VPN o TOR, que ocultan la identidad del usuario y se publicitan como navegadores en modo incógnito, muchos estudios revelan que en realidad el anonimato absoluto en internet no existe. Los datos sobre nosotros, preferencias, actividades favoritas e incluso nuestro perfil psicológico puede ser estudiado según las páginas que visitamos y las publicaciones a las que damos “like”. Nuestra actividad en línea puede ser rastreada y luego ser monetizada para hacernos llegar publicidad a la medida, lo que sucede incluso a las personas que no utilizan redes sociales.
Es literalmente imposible borrar todos los datos en línea sobre nosotros, ya que depende no solo de una voluntad personal, sino de la manera como operan las empresas, proveedores de internet en su almacenamiento de data. En gran medida, el desequilibrio que existe en cuanto a la regulación de la privacidad en internet pudiera solventarse con acuerdos estrictos donde los consumidores especifiquen la manera como se puede compartir, recopilar y vender su información personal. A fin de cuentas, la información personal es propiedad de cada individuo.