Los cibercriminales están aprovechándose de la sensibilidad que se ha creado alrededor de la Influenza A H1N1 y de la necesidad que los usuarios tienen de manetnerse informados sobre esta epidemia. Sin escrúpulos utilizan estrategias avanzadas para atrapar a los más incautos.
La preocupación que se ha generado en torno a la pandemia causada por el virus de la Influenza AN1H1 ha sido masivamente en todo el mundo, llegando en algunos casos a ser crítica. Los medios de comunicación han seguido de cerca los reportes publicados por la Organización Mundial de la Salud sobre el virus, los focos de infección y las advertencias respectivas, especialmente en zonas latinas ya que todo comenzó en México y ahora sigue en Venezuela. En este momento nos hemos convertidos en vigilantes de nuestro entorno y estamos temerosos de la enfermedad.
Ese miedo a lo desconocido, a veces al punto de pensar que podemos ser vulnerados mortalmente sin cura alguna, no está lejos de trasladarse a un daño colateral informático de consecuencias devastadoras. El acceso casi inmediato que tenemos en la actualidad a la información puede hacer que un mensaje penetre la mente de millones de personas en todo el mundo rápidamente, el fin de todo aquel que guste masificar ideas como una marca, una religión, un gobierno, y hasta los terroristas. Incluso el mejor ejemplo de penetración psicológica que el impulso que ofrece la red de redes, Internet, la cual en muy buena parte ayudó a Barack Obama a potenciar su victoria electoral para llegar a la Casa Blanca. Ya no sólo son los múltiples correos que recibimos y digerimos a diario en nuestras diferentes cuentas, ya que además de la PC, también nos conectamos en nuestros Smartphones, en la TV, PS3, XBOX, etc. Dejándonos en una situación de información como nunca antes en la historia.
La propagación de la información en nuestro mundo globalizado estimula una calidad de vida interesante gracias al acceso de data del que disponemos, pero además también es la puerta riesgos mortíferos y aterradores a nuestros sistemas e infraestructura informática, atacando primeramente nuestro factor humano, las debilidades de la mente para destruir o hacerse de lo que hoy por hoy conforma el sistema neurálgico de nuestra cotidianidad. La delincuencia organizada y el terrorismo están vigilantes a estos tópicos que generan ansiedad en el planeta, a las tendencias más conflictivas en el mundo, para tomar ventaja de la ingenuidad de las personas y aprovecharse de ellas con operaciones sofisticadas y difíciles de rastrear.
Los virus informáticos son el arma predilecta de los delincuentes del S. XXI, esas secuelas de gusanos polimórficos disfrazados en trajes correos engañosos pero atractivos como el phishing o el pharming, cazando cualquier usuario incauto aleatoriamente o personalmente. Así pues los ciberdelincuentes y hasta terroristas se aprovechan de la polémica mundial creada por la gripe primeramente conocida como “porcina”, esperando con paciencia, cual depredador a su presa, que la víctima con sed de conocer más sobre el virus de la influenza A H1N1 haga clic en el vínculo infectado, comprometiendo así su PC con un troyano o simplemente le dejará a su libre albedrío la opción de llenar un formulario falso con la estrategia de persuasión más básica que es hacerse pasar por una fuente fidedigna, o peor aún por un amigo o familiar, pudiendo así obtener información delicada para poder cometer sus fechorías.
Infecciones alarmantes del virus Informático
Así como los números de infectados por el virus real que la OMS publica diariamente crecen de forma sostenida, las estadísticas de usuarios que caen de manera engañosa ante estrategias informáticas fraudulentas como los correos electrónicos titulados así: “Cómo protegerte del Virus AHN!?”, “Cómo me contagio del Virus AHN?!”, “Miles de Casos de la gripe Porcina en Venezuela”, “Mortal VIRUS Influenza ataca Latinoamérica,” “Muere Bebe por la Gripe Porcina en tal Maternidad”, en otras muchas, son muy alarmantes. Es natural que mientras exista el desconocimiento y la campaña mediática del virus se exacerbe, exista la gran preocupación de acceder a más información y por ende las carnadas van a estar frescas para que el usuario incauto las muerda y comprometa su información.
La mejor forma de no caer en estas peligrosas trampas es estar alertas a remitirse sólo a fuentes confiables y no volverse paranoico en la búsqueda de información. Es clave mantener un equilibrio sano con relación a la protección básica de nuestros enemigos informáticos que pululan constantemente en búsqueda de información de la que puedan agarrarse para realizar sus crímenes.
Google es una segura fuente de información basándonos en sus primeros resultados. Sin embargo hay que estar atento a las referencias que nos puedan reenviar páginas informativas, mucho ADWARE o publicidad nos embaucan en páginas con SPYWARE. Informaciones que nos llegan por otras vías, tales como correo electrónico, MMS, y redes sociales como Facebook o Twitter. Hay que revisar minuciosamente el origen y contenido sin hacer clic sobre nada sospechoso, manteniendo en cuenta las herramientas de protección antes de tomar el riesgo de abrirlas.